“Me llaman loco por no ver lo poco que dicen que me das

Me llaman loco por rogarle a la luna detrás del cristal

Me llaman loco si me equivoco y te nombro sin querer

Me llaman loco por dejar tu recuerdo quemarme la piel”

 

Cancion El Beso. Pablo Alborán

Hace poco en uno de mis viajes, leyendo un artículo en una revista, vi cómo se encendía la bombilla de mi imaginación gracias a lo que en él contenía..

No dejaba de ser una historia con gracia, pero que llevaba a la reflexión y aportaba ganas de ser innovador e impulsaba al cambio de hábitos, sea cual fuese nuestro oficio.

El artículo comenzaba del siguiente modo:

Hace unos días me llamó poderosamente la atención en siguiente titular:

“Un ladrón intenta hacerse invisible con zumo de limón para robar un banco.”

 

El contenido de esta noticia, explícitamente decía lo siguiente:

“Mc Arthur Wheeler estaba a punto de realizar su ultimo robo a plena luz del día en un banco de Pittsburgh. Para no ser visto por el ojo humano, ni por el objetivo de la cámara, Wheeler utilizó una fórmula mágica: se roció el rostro con zumo de limón. En el momento de la detención, el delincuente se mostró sorprendido. NO comprendía como pudo ser reconocido si él se había embadurnado de zumo toda la cara…”

  • Vaya loco no?
  • Pues no Señora de loco nada.
  • Pues entonces fue una mala idea..
  • Pues mire, tampoco. En todo caso, sería una idea que no le ha permitido cumplir con su objetivo, como muchas otras, pero ya me gustaría a mí ver en mi sector más ideas como esas y menos ladrones con pasamontañas y alunizajes.
  • No le entiendo bien joven..
  • Mire, le explico. Yo me dedico al mundo de la publicidad y, en cierto modo, somos una gran banda de atracadores que se empeñan en seguir pensando que el mejor método para robar a alguien es, con un pasamontañas, pegando un tirón, rompiendo escaparates o con el timo de la estampita.

El caso, es que la gente está harta de los ladrones de toda la vida, señora. Incluso de los de guante blanco, y ahora, con este tema de la crisis, pues claro, los ladrones son cada vez más brutos, no piensan con lucidez. Y la gente… ha aprendido a huir de ellos.

Por eso es cada vez más necesario inventar nuevas fórmulas, nuevas ideas, cosas que nunca antes se han hecho. Piense en este hombre que se ha rociado con zumo de limón para hacerse invisible ¿No le parece brillante? Le ha salido mal la jugada, vale, pero sin gente como él no hay futuro.

Viviríamos estancados en un mundo que se conforma con unos ladrones chapados a la antigua.

Piense en el primer hombre que decidió beber la leche de una vaca para alimentarse… o el que decidió que un langostino se podía comer… Seguro que muchos otros comieron cosas horribles antes, pero solo con que uno de ellos acertase, el paso hacia adelante ya estaba dado, ya no había marcha atrás.

Las leyendas griegas cuentan que Ícaro y su padre, Dédalo, construyeron unas alas con cera y plumas para escapar de una prisión, acabaron pegándosela.. y como Leonardo Da Vinci con su ornitóptero, pero lo intentaron.. Eran locos? Para muchos si, pero a ellos les debemos que hoy el ser humano sea capaz de volar.

En nuestro mundo también necesitamos gente arriesgada que se unte el cuerpo de zumo de limón para hacerse invisible, que falle, que otro prueba otro tipo de cítrico y así hasta que algún día, uno de ellos consiga el mejor atraco de la historia.

Entonces ya no será un loco, será un pionero, un referente!!

Ha llegado la hora de cambiar el chip, el pasamontañas y la navaja por el laboratorio y la imaginación y la preparación profesional.

Intentemos hacer cosas nuevas e innovar, aunque corramos el riesgo a equivocarnos!

“Corramos riesgos y preparemonos bien en el presente y el futuro estará en nuestras manos!”

Feliz día a todos!