“Solo hay un jefe: El Cliente. Y puede despedir a todos los empleados de la empresa, solo con decidirse a comprar en otra parte”
Sam Walton.
Hoy, llevo todo el día pensando en cómo pueden influir en una persona los cursos de formación que realiza!
Me he parado a pensar en la cantidad de cursos de formación que he realizado y siempre me lleva al mismo destino:
- -Si el Formador disfruta con lo que enseña, tú aprendes
- – Si el Formador comparte sin límites, tú aprendes
- – Si el formador tiene actitud positiva, tú aprendes con más facilidad
- – Si el Formador sabe trabajar la empatía, creas vínculos y aprendes.
- – Si el Formador sabe escucharte y regalarte algún minuto de su tiempo, tu aprendes y fidelizas.
Pero Claro, no todo es de color de Rosa, en el campo de la Formación, hoy en día te encuentras a muchísimos “Formadores”, que no tienen vocación, pasión e ilusión por lo que hacen y que además, influyen negativamente en los asistentes.
No hace mucho tiempo, realicé un curso de formación de 5 días de Coaching para Directivos, y aunque en general, la formación estuvo interesante, la peor parte fue cuando quisieron influir en la personalidad de los asistentes en su modo de comportarse con los demás.
“Cómo tenías que representarte a los demás para tener éxito”
Era muy gracioso, que no era tan importante “El trabajar bien” como el “Rodearte bien de personas influyentes”
Qué barbaridad!
En esta formación, se dedicaba una jornada completa reservada para el “Networking”, que trata de crear redes y enlaces con personas influyentes en una empresa para conseguir más fácilmente el objetivo del éxito
eh! Y sin trabajártelo!! Solo invitándoles a un café, a comer o a una fiesta en tu casa!!
“Networking; Trabajar tu red de contactos”En definitiva la base principal del Networking es construir relaciones con personas de tu entorno profesional que quieran hacer negocios contigo y prosperar en una organización. Si la teoria de la composicion de la palabra networking se conviirtiese en, red profesional de contactos para intercambiar opiniones, conocerte, compartir y aprender de los demás estaria de acuerdo. Pero lo que he vivido del Networking, con honestidad, no me agrada!
Volviendo al tema de la formación, y en uno de los primeros días de la formación me dijeron:
- “Cristina, tu sonríes mucho”
- Yo les respondí; “Si, yo sonrió siempre a los demás”
- Aunque tengas un mal día? Si.
- Puedo saber porque? “Si. Pienso que las personas que me ven, no tienen culpa de lo que a mí me pueda pasar este día. Yo soy así..
- Te puedo dar un consejo, me dijeron?
- No sonrías siempre! Esto te quita profesionalidad! Parece como si las cosas no las tomaras en serio!
Aquello que al parecer no tiene importancia, lo he tenido presente desde que realicé el curso.. Jamás nadie me había dicho en un curso de formación, que modificara algo de mi personalidad!
Ni siquiera el mejor profesor que tuve de oratoria cambiaba esos hábitos ni mucho menos sin razón ni sentido!
Intenté practicarlo, y conseguí en ciertos aspectos de mi vida profesional, no sonreír.. Pero esto también apagaba una parte de la naturalidad innata.
En este año, ha sido un gran año. He rescatado cosas que estaban guardadas y una de ellas ha sido esta, la Sonrisa.
“Cualquier persona que tenga relación con los clientes debería tener una sonrisa permanente”
Hoy en día, parece que cuesta un esfuerzo enorme sonreír, dar las gracias o hasta un “Buenos días”
En un estudio de Accentur que se realizó en el 2011, 2 de cada 3 consumidores cambiaron de compañía de productos o servicios como consecuencia de una mala experiencia en la atención al cliente recibida.
¿Estas personas seguro que se habrán pasado de “sonrisas” o de “exceso de buenas maneras” o de “detalles con sus clientes”?
Seguro que no.
Los mejores empresarios y emprendedores de la historia, trabajan en base a estos principios:
- Comprométete a ser exitoso y siempre hazlo con pasión
- Comparte el éxito con los que te han ayudado
- Motiva a otros y a ti mismo a realizar sus sueños
- Comunícate con la gente y muéstrales que te importan
- Aprecia y reconoce a las personas por sus esfuerzos y sus logros
- Celebra los logros de otros y los tuyos propios
- Escucha a los demás y aprende de sus ideas
- Supera las expectativas de tus clientes, y de todos
- Controla tus gastos, ahorra para tu prosperidad
- Nada en contra de la corriente, sé diferente
“El objetivo es ser capaz de reconocer las expectativas de los clientes y anticiparse a ellas.”
En la atención al Cliente, es de vital importancia tener en frente de ti a una persona amable, pero también sonriente, que te aporte cercanía, naturalidad y profesionalidad.
He querido investigar un poco más sobre las personas que se representan de manera demasiado seria y me ha llevado a finales del siglo XIX y XX.
Mirad
¿Por qué antes nadie se alegraba en los retratos? Hoy en día, sonreír para una foto es casi un acto reflejo. Sin embargo, si abres cualquier libro de historia de finales del siglo XIX o principios del XX, verás que en las fotografías de los personajes que han marcado estos siglos escasean las sonrisas.
Caras serias y aburridas, ya sea en retratos como en fotos de grupo.El escritor Marc Twain decía que una fotografía es un documento de gran importancia y pasar a la posteridad con una tonta sonrisa fijada para siempre era una condena.
Las razones por las que no se sonreía, son básicamente dos: técnica y, sobre todo, moral. Al comienzo de la era de la fotografía, en el siglo XIX, los retratados debían pasar un largo tiempo hasta que el daguerrotipo era capaz de captar la imagen, al menos diez minutos para recoger la luz. Imposible mantener un gesto forzado durante tanto tiempo sin que el resultado fuera un borrón. De hecho, en ocasiones contaban con reposacabezas para evitar el entumecimiento muscular.
Las razones técnicas no invitaban entonces a la alegría, pero los retratados tampoco habrían esbozado ningún síntoma de simpatía aunque la tecnología hubiera sido más rápida. El motivo principal para no sonreír delante de una cámara era moral.. La cultura artística europea mostraba que la risa estaba reservada para los locos, los borrachos, los niños, la gente del espectáculo y las prostitutas. Hoy en día, sonreír en una fotografía es algo de lo más normal, e incluso lo raro es que no sonrías.
– Adiós recuerdos de familia, de cara seria, estática y aburridas!
– Bienvenidos los Selfies, que nos han vuelto a traer la sonrisa a los retratos del presente y por fin podemos sonreír sin caer en riesgo de parecer lo que no somos.!!
Feliz día a todos
Y que no os cambien la sonrisa!!
Cristina Muñoz